Visibilizar lo abstracto y lo liminal como estrategia de conservación

Esta propuesta intenta abrir un diálogo a líneas perceptivas de intercambio e interdisciplinariedad liminal, dentro de la abstracta relación entre artistas y conservadorxs. Se propone la conciencia y el acto de visibilizar como una estrategia radical de conservación. Utilizando el término abstracciones imposibles como una “zona de contacto”. Partiendo del punto de que una “zona de contacto” es “un espacio de encuentros imperiales, el espacio en que pueblos/países separados geográfica e históricamente entran en contacto entre sí y establecen relaciones continuas, que generalmente involucran condiciones de coerción, desigualdad radical y conflicto intratable” . De esta forma “zona de contacto” se plantea como un cambio de perspectiva, refiriéndose al punto donde las trayectorias, en este caso de artista y conservadxr, se cruzan, como una relación basada en la abstracción de visibilizar las sinergias en el trabajo artístico: conservadorxs trabajando alineadxs con la voz de artistas en el siglo XXI. En términos artísticos, la abstracción podría ser definida como la acción de separar lo inseparable en la realidad, acentuando aspectos cromáticos, formales y estructurales, resaltando el valor y la fuerza expresiva, sin imitar las formas naturales.
Como un acto de rebeldía consciente, se expondrá el caso de Luisina Ordoñez. Pionera de la abstracción del paisaje puertorriqueño, quedó prácticamente relegada al olvido, ya sea por ser mujer o por poseer una mentalidad avanzada para la época, lo cual produjo que su obra fuera relegada al no cumplir los estándares de un Puerto Rico lleno de prejuicios moralistas y popularismo. Ordoñez, al igual que el resto de artistas nacionales, representa en su obra la riqueza del pueblo puertorriqueño como identidad propia en medio de un colonialismo abrupto, producto de una libertad prometida que nunca llegó. Su obra llegó a la Dra. Ortiz a través de la ciencia gracias al estudio analítico de uno de sus autorretratos y no en un libro de historia del arte.
Esto da pie a redefinir la profesión de conservadxr tanto en la diáspora como en Puerto Rico, para dialogar sobre la relevancia de los códigos de género establecidos y cómo esto puede interferir, ayudar, potenciar, o definir la representatividad de la obra. Y cómo concienciación y visibilidad serían los primeros pasos hacia una conservación ética e inclusiva. La obra de Ordoñez se ve reflejada en el trabajo de muchxs artistas puertorriqueñxs emergentes que, como ella en su día viven una época de cambio y de cara a un abismo a lo desconocido. A diferencia de Ordoñez lxs artistas emergentes no solo se enfrentan al populismo local, sino que deben enfrentarse a la globalización de lo que es considerado trending o no, definido por el mass media.
Al considerar estos conceptos como abstractos se nos permite separar la lucha política de la social o coincidente. Ya que se puede crear un marco estructural en el que coexistan varios sistemas de creación de significado (meaning-making). En otras palabras, las “zonas de contacto”, aunque abstractas nos dan la oportunidad de que artistas de diferentes culturas, y personas con diferentes antecedentes y competencias sean escuchadas en un mismo espacio, respetando sus diferencias y visibilizándolxs.